Para curar ollas de barro y garantizar que duren más tiempo y no liberen sustancias tóxicas, puedes seguir los siguientes pasos:
1. Limpieza inicial
Lava bien la olla de barro con agua y un poco de jabón suave para eliminar cualquier residuo de fabricación. Evita utilizar esponjas abrasivas que puedan rayar la superficie.
2. Remojo en agua
Deja la olla sumergida en agua fría durante al menos 8 horas o, si es posible, durante toda la noche. Esto permitirá que el barro absorba agua, lo que ayudará a evitar que se agriete durante el uso posterior.
3. Secado al aire libre
Después de remojar la olla, sécala bien al aire libre o en un lugar ventilado. Asegúrate de que esté completamente seca antes de pasar al siguiente paso.
4. Aplicación de aceite
Una vez seca, unta toda la superficie interna de la olla con aceite vegetal (como aceite de oliva). Esto ayudará a sellar los poros y crear una capa protectora en la olla.
5. Calentado en el horno
Coloca la olla en el horno a baja temperatura (alrededor de 150-180°C) durante 1 a 2 horas. Deja que el aceite se impregne en la olla y forme una capa que proteja el barro. Apaga el horno y deja que la olla se enfríe completamente antes de usarla.
6. Enjuague final
Antes de usar la olla por primera vez para cocinar, enjuágala con agua tibia sin usar jabón. Ahora estará lista para usarse.
Consejos adicionales:
- Uso de fuego bajo: Siempre usa fuego bajo o medio al cocinar en ollas de barro para evitar que se agrieten por cambios bruscos de temperatura.
- Evita cambios bruscos de temperatura: No coloques la olla caliente directamente en superficies frías ni la sumerjas en agua fría después de usarla.
Con este proceso, tu olla de barro estará bien curada y lista para preparar alimentos deliciosos de manera segura y duradera.
